Enfermedades
Síndrome
de Stendhal
Este peculiar trastorno psicosomático, también
conocido como síndrome de Florencia o estrés del viajero, se
desarrolla cuando el sujeto es dispuesto frente a una obra de arte. Los
síntomas se manifiestan psicosomáticamente al ver arte, sobre todo si se trata
de una obra muy bella o de varias obras en un mismo lugar. Esto le provoca un
intenso vértigo, confusión, ansiedad, aceleración del ritmo cardíaco,
temblores, palpitaciones, depresión e incluso alucinaciones.
Trimetilaminuria o el síndrome del olor a pescado
Extravagante por demás. La trimetilaminuria es un
extraño desorden metabólico que provoca una falla en la producción de la enzima
flavinmonooxigenasa 3 (FMO3) y que resulta en un olor a pescado muy intenso que
se expele en el aliento, la orina y la transpiración. Aún no existe cura ni tratamiento
para este desorden.
Síncope por reír
(desmayarse de la risa)
Este singular síndrome es una forma muy inusual de
síncope situacional, es decir de desmayo. Quienes poseen esta condición se
desmayan cuando se ríen demasiado y aunque muy poco se sabe aún al respecto,
hay varios registros del síndrome y se cree que tiene un origen
fisiopatológico.
Síndrome
del marido jubilado
El síndrome del marido retirado o jubilado fue
reconocido oficialmente en 1991, en Japón. Se trata de una enfermedad
psicosomática, estrechamente relacionada con el estrés y la depresión, en la
que una mujer progresivamente muestra signos de una enfermedad física y cuadros
depresivos cuando su marido llega o se aproxima a la jubilación o el retiro
laboral. Se estima que hasta el 60% de la población japonesa femenina de la
tercera edad padece este extraño síndrome
Síndrome
de la cabeza explosiva
Esta rarísima enfermedad, descubierta en 1988,
provoca intensos malestares en la cabeza del paciente. Según se ha registrado,
quien la padece sufre episodios en los que escucha un sonido sumamente potente,
como el de un estallido, asegurando que proviene del interior de su propia
cabeza. No obstante, el paciente también menciona que el suceso no provoca
dolor alguno. Tras estos episodios, que a veces pueden ocurrir varias veces en
un determinado lapso de tiempo, el paciente presenta un ritmo cardíaco elevado,
una profunda sensación de ansiedad, temor e impotencia.
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